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Un corcel negro galopa a través del tiempo hacia los sueños de una joven neoyorquina que anhela la época de los caballeros y los torneos. Un hombre guía al caballo y clava su mirada en la joven. La realidad parece sacudir a Elizabeth Butler de su mundo de ensueños. El despertador suena y le revela que llega tarde para la reunión con un noble inglés que quiere contratar sus servicios como historiadora. En la universidad, sus colegas están encantados de poder enviar a una representante para que pase unos meses en un castillo en Inglaterra y con la generosa retribución que el noble promete darles. Todo está preparado para que Ellie viaje de Nueva York a Londres: un avión privado, su equipo de trabajo, sus aposentos en el castillo. Solo falta que ella firme el contrato. Con inocencia y frescura, Ellie acepta la propuesta, decidida a cambiar de aire; en especial, cuando conoce a su nuevo jefe, lord Forterque-Hamilton, un hombre que le recuerda al jinete de sus sueños. A William Forterque-Hamilton no le agrada el siglo XXI: ni la ropa, ni las sofisticadas máquinas, ni Internet. A William le gustan los caballos y la guerra. Y las mujeres. Un conjuro de su enemiga, Marian Lancaster, lo ha enviado al futuro para sacarlo de la escena política del siglo XVI. Solo con el medallón de Marian podrá regresar, una joya que encierra el secreto del viaje en el tiempo. Ellie ignora que ella también es una Lancaster, y que aquello que en su familia siempre consideraron una baratija es una valiosa gema. ¿Será suficiente para William robarle el medallón de los Lancaster para regresar en el tiempo? ¿Y si algo fallara después de todo? Tal vez, entonces, deberá reconocer que el amor que siente por Ellie es un hechizo mucho más potente.

OPINION

Esta es la primera entrega de la serie Lancaster, de la cual ya leí, Promesas de amor cumplidas, la cual me gustó tanto que decidí, conocer la historia de Elli y William.

Me encanta este tema de los viajes en el tiempo y esta vez se ha desarrollado en la Inglaterra de los Tudor, en el reinado de Enrique VIII, época en la cual, no suelen escribirse muchas novelas románticas, por lo que me ha gustado.

Además de en Inglaterra, en el siglo XVI, también transcurre en Nueva York del siglo XXI. Allé es dónde conocemos a nuestra protagonista, la cual es buscada por un millonario inglés para traducir un documento antiguo de su familia, pero como esto es una treta, para llevarla con él a su residencia inglesa, a partir de aquí viviremos el extraño viaje en el tiempo de los protagonistas al siglo XVI.

La novela es una aventura en la cual vas conociendo como transcurre la vida en esta época, como intenta su antepasada Lancaster, matarla para hacer daño al protagonista y como ella es salvada una y otra vez de una muerte segura.

Conocemos también, ademas de a la mala de la historia (Mariam de Lancaster) a James el hermano de William, del cual ya he leído la historia, a Robert el íntimo amigo de William y a otros muchos personajes muy bien retratados.

A mi me ha parecido que la ambientación está muy cuidada y que el trabajo de documentación es correcto.

La intriga también es muy importante en la trama, ya que te lleva a no querer parar de leer, hasta que conoces el final, por lo que se lee muy rapidamente.

En general, es una historia buena y que me ha hecho disfrutar, mientras la leía.

Valoración: Buena