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Ayer día 14, llegamos por la noche a las 12,30, por fin a Timisoara. Han sido dos días y una noche bastante accidentados, pero que, de todas formas, hemos disfrutado.

Salimos a las 5 de la mañana de Valencia, pensando que llegaríamos a Munic a las 20 horas, así habíamos hecho los cálculos y, en condiciones normales, así habría sido, pero...

Ya, en Barcelona, estuvimos 1 hora y media en la autopista porque había habido un accidente y hasta que solucionaron todo, estuvimos en una cola, que nos tomamos con tranquilidad. Total, era sólo una hora y media más, para añadir a la hora de llegada, llegaríamos a las 21,30, tampoco era mala hora.

Pero en Francia, perdimos otras dos horas, en varios pasos de autopista. Ya nos íbamos poniendo nercviosos, pero bueno... tampoco era tan tarde, las 23,30.

Y desde luego, no sigo contando todo lo que pasó, porque, entre obras, en Suiza, aglomeraciones allí, y todo lo demás, llegamos al hotel a las 3 de la madrugada y, menos mal que llevabamos GPS, porque si no, no lo encontramos, de lo liado que estaba el camino para llegar.

Entramos enla habitación y muy bien, pero se notaba que alguién se había tumbado encima de una de las camas y se olía un fuerte perfume de hombre, en toda la habitación, pero como estábamos muertos de cansancio nos acostamos.

A la mañana siguiente, para salir del hotel el dichoso GPS, nos llevó más de 200 kilómetros por carreteras comarcales, por lo que disfrutamos de unos paisajes preciosos que, de ir por autopista, no habríamos visto. Os pongo unas cuantas fotos.


Así, llegamos, por fin a Pasau, donde encontramos la autopista que nos llevó mas adelante.

Una vez entramos en Austria, empezamos con las obras, que cada verano hacen allí y para que no te pongas nerviosa y lo tomes con sentido del humor, los austriacos, nos ponen unos muñequitos que nos van avisando que empiezan las obras, enfadados y, cuando van transcurriendo, la carita, les cambia a la sonrisa.
Ha todo esto, lloviendo y no pudiendo ir muy rápido por las autopistas.

Pero paramos en un Area de servicio BP y cual fue nuestra alegría...no tuvimos que tomarnos el café y fumarnos el cigarro, en la calle, ya que tienen local para los fumadores y Wify gratuito. Allí nos entretuvimos mas de la cuenta, porque teníamos que mirar los correos y enviar wasaps a la familia.

Salimos de Austria y llegamos, con muy poca  luz a Hungria, por lo que las fotos, ya no se podían hacer y además, nos recorrimos todas las autopistas de allí, hasta llegar a Rumanía, lloviendo a cántaros, y, en Rumanía, una vez entramos, seguía la lluvia por lo que un viaje que teníamos que haber hecho en 9 horas (eso es lo que nos suele costar), se convirtió en uno de catorce.

Pero disfrutamos mucho de todos los inconvenientes, porque viajar en coche, es nuestro placer.