Libros Para Todos

Esta primera entrega de la trilogía de las hermanas Concannon nos cuenta la historia de la talentosa artista Maggie Concannon, una experta con el cristal, y el propietario de la Galería de Dublín Rogan Sweeney.

Las vidas y caracteres de ambos no pueden ser más opuestos, mientras que Maggie es una mujer introvertida sin pelos en la lengua, Rogan es un sofisticado urbanita. A pesar de todo, la atracción entre ambos es inmediata y entre ellos surgirá una pasión capaz de cicatrizar las heridas del pasado.

Si algo tiene claro la joven Maggie Concannon es que no está dispuesta a depender de ningún hombre: «Yo nunca me casaré. No seré la mujer de nadie». Su carácter –independiente, obstinado y temperamental– es fruto de una convivencia familiar marcada por la indiferencia y el desprecio de una madre resentida, pero también un reflejo del paisaje de su tierra natal: la rural y salvaje Irlanda.

No obstante, Maggie es capaz de dar forma al arte más refinado a través del vidrio, y, tras la muerte de su padre, el taller se va a convertir en su único refugio. El alma de Maggie –sus deseos, sus inquietudes, sus anhelos...– cobra vida en cada una de sus delicadas piezas, y sorprendentemente, Rogan Sweeney, dueño de una galería de arte de Dublín, puede leer en ellas como en un libro abierto. Pero ¿acaso tienen algo en común la chica de campo y el guapo, culto y elegante hombre de negocios?


CRÍTICA DE IDARA

Ahora estoy más convencida que nunca, con eso de que “para gustos, los colores”. He terminado el libro de Nora Roberts, Nacida del fuego, y, estoy asombrada, de lo que me ha gustado. Compré este libro primero, porque compro todo lo que escribe esta autora, y segundo porque me fascina el arte del vidrio, siempre que he podido me he acercado a verlo en directo y, Nora Roberts, como siempre se ha documentado muy bien.

Maggi Concannon, ha conseguido terminar sus estudios en Italia y ahora se dedica a crear obras de arte en vidrio. Esta es su vida y esta quiere que siga siéndolo para siempre, la infelicidad que ha vivido en su casa, debido al odio que le tiene su madre y a la mala relación de sus padres, la ha hecho pensar que ella nunca caerá en esa cárcel que es el matrimonio.

Cuando Rogan, un atractivo hombre de negocios, que tiene una Galería de arte en Dublín, descubre una obra de Maggi, se obsesiona en conseguir el trabajo de Maggi en exclusividad para su galería y como no consigue hacerse con ella mediante el teléfono, decide ir en su busca y acude a su pueblo natal (Clare), muy lejos de Dublín. Muy molesto con ella, por este viaje, cuando llega y la encuentra en el cobertizo donde trabaja, queda aun más fascinado viéndola en la creación de una pieza maravillosa. Maggi se comporta groseramente con él, pero esto no lo desanima y le propone un negocio muy lucrativo para ella. Maggi se lo toma con calma, sin llegar a decidirse, pero cuando se da cuenta de las ventajas que hay en esta colaboración, acepta las condiciones.

Si hay en este mundo, dos caracteres completamente diferentes, estos son Maggi y Rogan. Ella como todo verdadero genio, solo piensa en su arte y en expresarlo, no le preocupa comer, coger el teléfono, o respetar los horarios y los compromisos. Él, por el contrario, es muy ordenado, le gusta que todo este bien controlado y es un obsesivo de la puntualidad en todo. Pero esto no es obstáculo para que crezca, entre ellos, una pasión que los absorberá por completo.

Me ha gustado mucho, como va relatando Nora Roberts, esta relación. Primero, se atraen, pero también se desprecian, por lo que significa cada uno. Pero, poco a poco, se van adentrando en un mundo de sentimientos, que los confunde y aun así los van aceptando, aunque Maggi se cierra en banda y sigue en sus trece de no casarse, pero montañas mas altas caen y Rogan consigue su propósito.

Como siempre, en las novelas de esta autora no solo existe la relación amorosa, sino un cumulo de cosas que hacen que su lectura resulte enriquecedora. Conoces un poco de Irlanda, de sus verdes praderas, sus costumbres, las vivencias diarias de sus gentes y, como he dicho arriba, el arte del vidrio.

Especialmente, me gusta mucho el carácter de Rogan y no así el de Maggi, que encuentro un poco excéntrico y demasiado temperamental para mi gusto (será porque no tengo un pelo de artista), pero tengo que decir, que hacen una buena combinación, se complementan perfectamente. Ya se dice, que los polos opuestos se atraen y aquí se ve muy claramente.

Como siempre, algunos secundarios de lujo. La hermana de Maggi, Brianna (Nacida del hielo), Murphy (Nacida de la vergüenza), Christine (la abuela de Rogan), Patricia y Joseph (amigos de Rogan), que también tienen su historia de amor. Todos los personajes de esta novela tienen su encanto, pero hay uno, Maeve, la madre de Maggi, al que no puedes evitar tomarle manía.

Ha sido un puro placer leer esta historia, no es uno de los mejores de Nora Roberts, pero lo importante cuando lees un libro, es que te cale hondo, y esto es lo que me ha pasado a mí. Por lo tanto, yo, tengo que recomendarlo, aunque como he dicho arriba, “sobre gustos...


Puntuación: 8