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A Tess Delaney le encantaba descubrir historias, devolver tesoros robados a sus legítimos propietarios y llenar los vacíos del corazón de la gente con explicaciones sobre el legado de sus familias. Pero la propia historia de Tess estaba llena de lagunas: un padre al que nunca conoció y una madre que pasaba más tiempo trabajando que con su hija.

Y, de repente, se presentó el enigmático Dominic Rossi en la puerta de su casa con la noticia de que su abuelo, al que nunca había conocido, estaba en coma y ella iba a heredar la mitad de una finca de manzanos llamada Bella Vista. El resto le sería legado a Isabel Johansen, una medio hermana que ni siquiera sabía que tenía.

Frente al fértil paisaje de Bella Vista, con Isabel y Dominic a su lado, Tess comenzó a descubrir un mundo en el que la familia era lo primero y las raíces de la propia historia se hundían muy profundamente.

Es una historia dulce y colorista en la que hay varias pequeñas tramas, todas relacionadas con los protagonistas o con Bella Vista, pero el romance de Tess y Dominic siempre es la que predomina.

OPINION PERSONAL

Me encanta como la autora, empieza, cada una de las diez partes, en las que divide la novela, con una receta de cocina, que tengo que decir, que algunas de ellas, me han parecido tan apetecibles, que, incluso, las he apuntado para hacerlas yo. Y me gusta, asimismo, el ambiente de esa hacienda que es Bella Vista y el ambiente que crea Isabel, la hermana de la protagonista, con su maravillosa cocina y el amor que desprende.

La novela me ha intrigado, desde el principio, o sea, el prologo, con una conversación entre dos personas en el pueblo de Archangel donde se ubica la hacienda manzanera. Uno es Magnus el abuelo de Tess e Isabel.

Después empieza Tess en su agitada vida, rodeada de sus divertidos y brillantes amigos, en San Francisco y conocemos a la protagonista, que me ha encantado desde el principio, porque debajo de toda esa agitación, independencia y seguridad, ves que hecha de menos algo. Su madre ha viajado continuamente y se crió con su abuela, la cual perdió muy jovencita y, lo que hecha de menos y, no quiere reconocer, solo en momentos bajos y cuando admite su soledad, es una familia.

Cuando conoce a Dominic, su atracción es instantánea, aunque no quiera reconocerlo, pero claro, a cualquiera le hubiera pasado. Un equilibrado hombre de casi dos metros, buena gente, con una sonrisa que puede descongelar un iceberg, y con un sentido del humor maravilloso, encima, es amante de los animales y un apasionado viticultor.

La relación entre ellos es preciosa, ya que empieza lentamente, con miradas primero, insinuaciones picantes y besos ardientes, hasta culminar en la entrega total, aunque se interpone un problema, la ex de Dominic, que intenta crear problemas…

Aunque la relación de los amantes es lo principal, hay una trama detrás, de búsqueda de un tesoro, que tendrá que salvar de la ruina la hacienda familiar y eso, hace que la tensión de la historia, te enganche desde la primera conversación, además, se van introduciendo, secretos del pasado de Magnus y sus conocidos que al final te sorprenden muchísimo, y, para ello, la autora viaja al pasado a los años 40 y 80.

Cuando llega Tess al valle Sonoma el esplendor del paisaje con su frondosa abundancia, los viñedos, las granjas, la hierba dorada, bajo el cielo azul, la enamora y, piensa que está en el Paraíso, es como vivir en un cuento de hadas. Las descripciones que hace la autora de los paisajes y de todas las localizaciones de la zona, así como del pueblo de Archangel, son muy reales, y te hacen verlos con los ojos de la mente.

Me ha encantado Isabel, tiene un carácter dulce y maternal, parece que guarda algo dentro de ella, pero es capaz de repartir, además de buena cocina a todo aquel que entra en cu cocina y su vida, amor. Shannon, la madre de Tess, ha conseguido, al final, caerme fenomenal, no todos podemos ser la madre perfecta, pero es bueno, saber aceptarnos a nosotros mismos y perdonarnos.

Una preciosidad de historia de amor, con unos protagonistas, los dos, en este caso, maravillosos, una buena trama de intriga, con secretos familiares que sorprenden, mucha buena cocina, amistad, ternura, amor filial y un bonito final, aunque hay alguna incógnita, habrá que seguir la serie.