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En el Pazo de Rebolada, norte de Galicia, las campanas suenan a muerte. Es el año 1850 y la pequeña Ana acaba de perder a su madre, quedando a cargo de su padre, quien no tiene reparos en enviar a su hija, de cinco años a un estricto internado para señoritas. Trece años después, Ana Emilia Victoria Federica de Altamira y Covas regresa al Pazo. Se ha convertido en una hermosa joven capaz de encandilar a cualquier hombre, pero su suerte está decidida… Su padre ha llegado a un acuerdo matrimonial con don Jenaro Monterrey, un empresario de 70 años con quien quiere casarla.

Alberto se marchó lejos de Galicia huyendo de dolorosos recuerdos y de las duras exigencias de su padre para que siguiera el negocio familiar, pero Alberto ansiaba otro destino, pues quería estudiar una profesión y ser un hombre instruido. Cuando parece que encuentra su lugar, ejerciendo su profesión en un bufete, se ve obligado a regresar al Pazo…

Una mañana en la que don Jenaro se presenta por sorpresa, Ana huye al bosque y se cae. Un joven la ayuda. Primero escucha su voz, luego aparece entre los arbustos… Aunque un solo encuentro es suficiente para que ambos entiendan que se pertenecen, su amor es imposible. El destino de Ana ya está marcado… ¿O quizá podría cambiar su suerte?

Cuando he terminado el libro, he leído los agradecimientos de la autora, que me parecen preciosos, es maravilloso ser agradecido, es por eso que yo, en lugar de esperar al final de mi opinión, lo voy a hacer al principio. Gracias a Titania por editar esta maravillosa novela, hacen falta muchas de estas. Y sobre todo gracias a la autora, que me ha hecho disfrutar de unas horas maravillosas leyéndola.

La historia empieza siendo Ana pequeña y con la muerte de su madre y posterior viaje a Madrid a un colegio para señoritas, donde permanecerá durante trece años. Es entonces cuando regresa al Pazo de Rebolada, llamada por su padre, ella vuelve creyendo que ha terminado sus estudios, pero el fin, es otro, del cual se entera cuando llega al Pazo.

Cuando descubre que su prisión, no ha terminado, que va a pasar de manos, que su destino ya está marcado, todas sus ilusiones, se verán rotas y sus intentos de rebelión quedarán en nada. Era una época, en la que ser mujer y menor de edad, era menos que ser un objeto de la propiedad. Es una joven dulce, llena de bondad y orgullo, con ganas de ver el mundo que le ha estado vedado y sigue estando prohibido para ella. Aún así consigue pasear por los bosques que rodean el Pazo y es dónde un día encuentra a Alberto, del que desde el primer momento quedará prendada, lo mismo que él de ella.

Alberto es un protagonista gallardo, caballeroso, honesto y el prototipo del galán viril y a la vez tierno, que se enamora de Ana, en cuanto la ve. Aunque los dos ocultarán su verdadera identidad, lo que más tarde, llevará a dolorosos equivocos.

Todos los personajes están perfectamente perfilados, tanto los protagonistas como los secundarios. Entre estos hay que destacar a la nana Angustias, el amor maternal y la bondad desinteresada, como personajes negativos, están el padre de Ana que es el prototipo de ser vicioso, egoísta y malvado y a Don Jenaro el prometido, un ser repulsivo, libidinoso y esperpéntico.

En cuanto a la prosa, es maravillosa, en cuanto a los detalles más nimios, los paisajes que rodean el Pazo, en los bosques de Galicia, el relato de los sentimientos de los protagonistas, en todo momento sabes como se sienten. La descripción de las situaciones más horribles y las más bonitas. Todo me ha entusiasmado y me ha enganchado desde las primeras páginas. He odiado al padre de Ana y he deseado que recibiera su castigo, desde el principio. Hace mucho tiempo que no le había cogido inquina tal a un personaje. Y he querido a Ana y a Alberto y me he alegrado de su final feliz.

He disfrutado muchísimo leyendo esta novela, se me ha hecho corta, me ha encantado el estilo de la autora para contarnos esta historia y creo que le va a gustar a todas las personas que les guste la novela histórica. Lo recomiendo encarecidamente.

Me encanta la portada.