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Inés lleva diez años viviendo en Noruega, donde ha erigido una nueva vida: el trabajo de sus sueños, un apartamento decente y Björn, el hombre con el que intenta construir un futuro. Una noche recibe una llamada inesperada. Su padre acaba de fallecer y debe regresar a Sevilla para el funeral. Aquel era el hombre con el que ella había medido a todos los demás, el caballero perfecto, y es entonces cuando descubre una vieja carta escrita por él, en la que declara su amor a una mujer que no es su madre. Confundida, incrédula, Inés recurre al único que puede ayudarla, un viejo amigo que es ahora inspector de policía. Reticente, Pedro se ofrece a resolver el misterio, pero la razón por la que Inés huyó de España quizá tenga mucho que ver con él, y los fantasmas del pasado pueden resurgir con el color asombroso de los ojos de este antiguo amor.

OPINION PERSONAL

Acabo de terminarlo y aún estoy sobrecogida de los sentimientos que me ha inspirado esta maravillosa historia. Son tantos, que sólo decir que va a ser muy difícil plasmarlos en esta imperfecta opinión personal.

Pedro e Inés llevan diez años sin verse, desde su separación, nada amistosa, y, el motivo de la carta encontrada, les une de nuevo para tratar de averiguar los motivos del padre de ésta, para enviarla a una mujer de la que Inés no sabe nada.

Su encuentro, después de diez años, es amistoso, y, Pedro la va ayudando a recabar información sobre esta misteriosa mujer.

Paralelamente, vamos conociendo la historia del pasado de ellos cuando tenían veinticinco años e iniciaron su relación.

La historia de su amor de juventud es una preciosidad, donde el protagonista Pedro es lo más relevante, y su seguridad en sí mismo, su gran amor a primera vista, su forma de conquistar a Inés, la exposición de sus sentimientos, la busca de los lugares más románticos de la ciudad, pero sobre todo, ese caudal de vitalidad y ese saber lo que quiere, desde el principio y también el gran amor que siente por ella, hasta el sacrificio.

También en la madurez, es el gran protagonista, creo que es lo más importante del libro, él. Aunque hay secundarios importantes como es la amiga de Inés, Clara y desde luego el padre, Carlos, que hace un papel que no me gusta, pero que es relevante en la historia, y, Alejandro, el amigo de Pedro, que me ha encantado, es un gran amigo.

Inés me ha parecido fría y no me he reconciliado mucho con ella, ni siquiera al final, creo que no valora mucho el amor de Pedro, y, antepone otras cosas antes que a él.

Como va cerrándose la investigación sobre la carta, así mismo, vamos vislumbrando, el pasado de estos jóvenes y su final, y, entendemos, entonces, casi al final, todos los secretos.

Me gusta como la narración va discurriendo, la forma de escribir de José de la Rosa, con sus descripciones, tan románticas, describiendo los lugares, los aromas de la ciudad, los sentimientos que le inspira Inés a Pedro, son preciosos, las expresiones simpáticas que le dice, los juegos que le organiza…he disfrutado mucho leyendo el libro, lo he encontrado muy romántico.

Me ha encantado, es una historia preciosa, bien ambientada, llena de sentimientos, perfectamente hilvanada, con una prosa cuidada, llena de poesía, con momentos maravillosos, con sentido del humor, otros tristes, que me ha deparado unos momentos idílicos y soñadores. Sólo me ha faltado un epílogo para saber algo más de los protagonistas.