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Cuando lord Rutherford heredó una propiedad en una esquina olvidada de la mano de Dios en Cornualles, esperaba encontrarse con una pequeña aristocracia pretenciosa, lamentables carencias en las diversiones locales y un próspero comercio de productos de contrabando. Lo que no esperaba hallar era a una joven viuda cuya trasnochada ropa y recatadas maneras parecían ocultar un ingenio sorprendente y una inteligencia más que perspicaz.

OPINION PERSONAL

La historia transcurre entre las escarpadas costas de Cornualles, donde los gentileshombres hacían sus correrías con el contrabando y el Londres de la Regencia donde el árbitro de la moda Brummell era el que marcaba la ley con respecto a quién merecía ser aceptado en la sociedad en esos momentos.

Va a ser difícil que no destripe nada, porque es importante para la trama que no se sepa nada, así que voy a ser escueta en hablar del argumento.

Lord Rutherford llega a una pequeña población totalmente desanimado por haber tenido que dejar el servicio de soldado, debido a su herida en el hombro, y, piensa que teniendo que sacar adelante la propiedad heredada, que está totalmente devastada por su anterior propietario, tendrá incentivos suficientes para motivarse, lo que no se imagina es que una viuda pequeña y mojigata puede sacarle de sus casillas, hasta ser ella la que consiga eso mismo, más incluso que la arruinada propiedad.

Lady Blake, Merrie, para sus vecinos, es una viuda arruinada por su esposo jugador y bebedor, que está intentando sacar adelante su hacienda y a sus tres hermanos y a la que protegen todos. Pero, hay algo que Damian, encuentra sospechoso y que intentará, por todos los medios, averiguar.

La acción, se trasladará en un momento dado a Londres, donde sucederán cosas muy importantes y allí será donde se va a decidir, definitivamente el futuro de los amantes.

Si algo me gusta de Jane Feather es lo incisiva y detallista que es en las descripciones del modo de vida de la época en la que transcurre la historia, en el trato verbal de los personajes, en la ropa con la que se visten, en la comida con la que se alimentan. Así mismo, nos muestra una costa de Cornualles con sus costas abruptas, sus innumerables cuevas,  las fuertes olas que golpean las rocas, la lluvia que bate en las ventanas en los días de tormenta….

Su prosa es rica pero sencilla, no faltan las batallas verbales entre los protagonistas, con un humor muy británico, ya que ambos son temperamentos muy fuertes y los dos quieren ganar las batallas que continuamente emprenden, esto te hace pasar muy buenos momentos, ya que es continuamente, hasta que uno de los dos se rinde. No gana siempre el mismo.

No quiero terminar sin hablar de los numerosos secundarios, son tantos que no voy a nombrarlos a todos, pero hay una numerosa comunidad en Cornualles donde pasas muy buenos momentos con ellos y te ries bastante. Los contrabandistas, también me han gustado bastante y después en Londres, la familia de Damián y los amigos, donde me ha gustado mucho la intervención de Brummell, que ha tenido un papel importante en la aceptación de Merrie ante la sociedad. Y por supuesto los tres hermanos de Merrie, aunque el más gracioso es el pequeño Rob, aunque tiene su mayor protagonismo en la parte que transcurre en Cornualles.