Libros Para Todos

OPINION

No hay un solo libro de esta autora que no me haya gustado, de los cuatro que he leído, a cada uno de ellos le he encontrado algo por lo que disfrutar su lectura, pero éste en concreto, es el mejor. Me he estado riendo permanentemente, no podía concentrarme bien porque la risa, me hacía llorar y tenía que volver a releer el párrafo.

La opinión que tiene Vere de las mujeres, la deja muy clara con una frasecita de le dice a un amigo en una de sus juergas permanentes a las que se ha arrojado, después de un asunto de su pasado.

Y, la opinión que se le queda clavada a Lydia, cuando lo conoce, es la de un bruto, guapísimo y desastrado que, a pesar de ella misma, la conmueve y la derrite. Se convierte automáticamente en un reto. Ella es una chica fuerte, voluntariosa, capaz de cuidarse sola, bien situada en la vida y, sin embargo humana. Tiene sólo una secreta inseguridad.

La historia va transcurriendo coherentemente, relatada en un estilo ágil y divertido. Las pullas entre los dos protagonistas principales, son memorables. Los epítetos calificativos son mortales de necesidad, te dejan con dolor de estomago, de tanto reír.

Todo se convierte en un reto entre los dos y ambos luchan por ser el que gane en la contienda.

Vere, no sabe como se encuentra deseándola con una impaciencia enloquecedora y Lydia sin querer, acaba aceptando su proposición de matrimonio, que se juegan en una carrera con tílburis.

Hay pasajes hilarantes (como cuando Lydia coge las riendas de la casa solariega), otras electrizantes con humor (cuando tienen sus encuentros íntimos) y alguna que otra de una ternura conmovedora.

La intervención de la pareja de Abandonada a tus caricias, es bastante representativa aquí, ya que resulta imprescindible para el esclarecimiento de la identidad de la protagonista.

Aparece también Francis Beaumont (marido de la protagonista de Cautivos de la noche), por lo que parece que esta historia corre paralela a la presente.

Decir, que me ha encantado esta cuarta entrega de Loretta Chase, es decir poco. Es divertida a rabiar y su lectura me ha hecho soltar un montón de risas y a la vez ha despertado mi ternura. Me ha convertido en incondicional de esta autora.

Hay algo que valoro muchísimo a la hora de leer un libro y es que me impacte por algún lado. Éste lo ha hecho con las risas, nunca he leído uno que desde el principio me hiciera llorar de risa, pues este lo ha logrado.

Si queréis sentir que os duele el estomago de alegría, os lo recomiendo.

Puntuación: Un 10