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1881. Los cuatro hermanos Mackenzie son ricos, poderosos, peligrosos, excéntricos y... escoceses. Los escándalos y rumores que les envuelven, las habladurías sobre sus amantes y sus oscuros apetitos, tienen alborotado a todo el país. Cualquier dama sabe que si es vista con uno de ellos perderá la reputación de inmediato.

El menor, lord Ian, es conocido como el Loco Mackenzie porque ha pasado gran parte de su vida recluido por su tiránico padre en un sanatorio mental. Sin embargo, eso no impide que sea un hombre fuerte y atractivo con una gran inclinación por las tazas de porcelana de la dinastía Ming y las mujeres hermosas.

Beth Ackerley es una joven viuda que acaba de heredar una gran fortuna tras una infancia desafortunada y un breve, pero feliz, matrimonio. Ahora, Beth ha decidido que no quiere más sobresaltos, sólo desea vivir en paz, viajar, ayudar a los desfavorecidos y recordar con cariño a su fallecido esposo.

Pero entonces, lord Ian Mackenzie irrumpe como un vendaval en su vida y decide que tiene que ser suya...

OPINION

Esta historia me ha dejado un poco indecisa, porque ha habido momentos en los que me ha gustado y otros, en los que no tanto.

He leído muchas opiniones que lo ponían por las nubes y otras que lo declaraban malo. Yo no se que decir de él, sólo que me ha entretenido, pero no puedo decir que me haya gustado mucho. Ha habido momentos en que tanto repetir las escenas de sexo, todas iguales, me ha saturado.

Sin embargo, los últimos capítulos, en los que se resuelven las incognitas y los secretos, me ha enganchado, hasta terminarlo. Un final bastante bien desarrollado y que me ha encantado. Por esto y las escenas tiernas de Ian, las cuales me han seducido y, el carácter gracioso y positivo de Beth, no puedo decir que el libro es malo.

Es una historia diferente y bonita, aunque bajo mi punto de vista, ha abusado de las escenas hot, pero aún así, merece la pena leerlo.

Puntuación 8