Libros Para Todos

He pasado quince días en Palma de Mallorca, pero no me he ido de playas, ya que yo, no siempre tengo ganas de ver el mar.
Esta vez he ido a conocer un poco más la Palma rural, que para mí, es la más bella.
Eso no quiere decir que no me guste mirar el mar, que me encanta, pero la tranquilidad que se vive en estos pueblos de esta maravillosa isla, te relaja el estrés más agudo que tengas.

Diez años atrás, la hija de seis años de Sarah Mason, Lexie, desapareció durante un paseo por un parque de Beaufort, Carolina del Sur. A pesar de la búsqueda exhaustiva la pequeña nunca fue encontrada, y Sarah finalmente acabó por juntar las piezas de su destrozada vida y siguió adelante lo mejor que pudo.

Una calurosa noche de julio, al llegar a casa procedente del trabajo, suena el teléfono. Al levantar el auricular oye una voz de niña que, aterrorizada, susurra: "Ayúdame, mamá, ven y llévame contigo". La comunicación se corta, pero no antes de que Sarah, espantada, haya reconocido la voz de Lexie. Han pasado diez años desde su desaparición, pero sonaba exactamente igual que entonces.

Desesperada, Sarah comprueba que ni la policía, ni el FBI, ni su familia, ni sus amigos pueden ayudarla. Recurre entonces a Jake Hogan, un detective que en su día fue asignado al caso de Lexie. Jake se muestra escéptico, pero la atracción que siente hacia Sarah lo impulsa a ayudarla...

OPINION

El tema del rapto y asesinato de niños, no es uno de los que me gusta leer, sólo lo hago en literatura romántica, que sé, que por mucho que sufra, luego termina bien. Supongo que a la inmensa mayoría de gente nos pasa lo mismo, encontramos terrible que exista alguién en este mundo, que pueda hacerle daño a un niño, un ser desamparado y débil, frente a un adulto, pero en este maravilloso género, todo sufrimiento, lleva a un buen término.

Sarah y Jake, se conocen desde que ella, desesperada porque nadie conseguía encontrar a su hija, desaparecida, entra como un huracán en su recien heredada Agencia de detectives y le pide ayuda, cosa que él, después de mirar las consecuencias y atraído por el atractivo de ella, acepta con prevención, pero acepta.

No encuentran a Lexie, pero entre ellos nace una importante amistad. Son como hermanos, ella sabe que de no tener a Jake a su lado, todos estos años, no hubiera podído salir adelante. Tienen esa confianza que nace de la verdadera amistad y que hace que se conozcan a fondo. Ella, ve pasar una tras otra, una cantidad de rubias jóvenes, por la cama de Jake y ve como se alimenta con comida basura y ella como una verdadera amiga, le recrimina que no lleva una vida ordenada. Sarah ha conseguido, aunque sea de puertas hacia fuera, esconder su dolor e intentar hacer una vida más o menos normal.

Ahora, todo el dolor y la desdicha que pasó cuando su hija desaparecida, vuelve a estar al día, porque empieza a recibir llamadas de su hija desaparecida, intentan matarla en un supermercado, encuentra los juguetes de su hija desparramados por el suelo... y una serie de cosas más, que reviven el pasado.

Como siempre, recibe la ayuda de Jake, su mejor amigo, aunque éste, está llegando a una situación en la cual, lo que había sido una gran amistad, se ha convertido en un gran amor, pero Sarah, no quiere reconocer esto, porque instintivamente, se culpa por la desaparición de su hija y no quiere ser féliz.

Una maravillosa historia con suspense, amor, odio, humor, malos y muy sensual, que te encantará, sobre todo si eres seguidora de esta gran escritora.

Los protagonistas y en general todos los personajes, están muy bien retratados, haciendo resaltar a algunos secundarios muy divertidos, como, el abuelo de Jake y su secretaria, el perro "Cielito", da también su toque simpático, en fin una estupenda novela digna de recomendar tanto si te gustan los trillers románticos como los no románticos.

 Primer día del mes y primer año que paso este día sin mi padre. Es raro como te sientes, la verdad, es que si no eres escritor, o tienes talento para la escritura, no hay manera de poder plasmar tus sentimientos en un papel.
He ido a visitar a mi madre, la cual ya no se acuerda de en que día está y en ese momento, aún he sentido más la pérdida de mi padre.
Lo hecho mucho de menos, es una sensación triste y a veces alegre, cuando recuerdas las cosas que decía o hacía. ¡Era tan alegre!
Porque no queríamos pasar el día sólos, nos hemos ido a comer a casa de unos amigos y, la tranquilidad del paisaje y la conversación que hemos mantenido, recordando tiempos pasados, (esto va pasando más y más, con el paso de los años), nos ha permitido pasar un día realmente agradable.
En fín, así es la vida, nos guste o no.